Veinte mil leguas de viaje submarino

Zwanzigtausend Meilen unter'm Meer

   Capítulo 18

   Achtzehntes Capitel.

   Cuatro mil leguas bajo el Pacífico

   Viertausend Meilen unter'm Stillen Ocean.

   Al amanecer del día siguiente, 18 de noviembre, perfectamente repuesto ya de mi fatiga de la víspera, subí a la plataforma en el momento en que el segundo del Nautilus pronunciaba su enigmática frase cotidiana. Se me ocurrió entonces que esa frase debía referirse al estado del mar o que su significado podía ser el de «Nada a la vista».

   Am folgenden Morgen, 18. November, hatte ich mich von meinen Strapazen völlig erholt, und ich begab mich auf die Plateform, als eben der Lieutenant seine tägliche Phrase sprach. Ich dachte mir damals, sie gebe die Beschaffenheit des Meeres an, oder vielmehr sie bedeute: »Wir haben nichts in Sicht.«

   Y en efecto, el océano estaba desierto. Ni una sola vela en el horizonte. Las alturas de la isla Crespo habían desaparecido durante la noche.

El mar absorbía los colores del prisma, con excepción del azul, y los reflejaba en todas direcciones cobrando un admirable tono de añil. Sobre las olas se dibujaban con regularidad anchas rayas de muaré.

   Und wirklich, der Ocean war leer; nicht ein Segel am Horizont. Die Spitzen der Insel Crespo waren während der Nacht verschwunden. Das Meer verschlang die Farben des Prisma mit Ausnahme der blauen Strahlen, warf deren Wiederschein in allen Richtungen und nahm eine wunderbar schöne Indigofarbe an.

   Hallábame yo admirando tan magnífico efecto de la luz sobre el océano, cuando apareció el capitán Nemo, quien, sin percatarse de mi presencia, comenzó a efectuar una serie de observaciones astronómicas. Luego, una vez terminada su operación, se apostó en el saliente del fanal para sumirse en la contemplación del océano.

   Ich bewunderte das prachtvolle Aussehen des Oceans, als der Kapitän Nemo erschien. Er schien meine Anwesenheit nicht zu bemerken, und begann eine Reihe von astronomischen Beobachtungen. Als er damit fertig war, stützte er sich mit dem Ellenbogen auf das Gehäuse des Leuchtfeuers und seine Blicke schweiften über den Meeresspiegel.

   Entretanto, una veintena de marineros del Nautilus, todos de una vigorosa y bien constituida complexión, habían subido a la plataforma para retirar las redes dejadas a la lastra durante la noche. Aquellos marineros pertenecían evidentemente a nacionalidades diferentes, aunque el tipo europeo estuviera fuertemente pronunciado en todos ellos. Reconocí, sin temor a equivocarme, irlandeses, franceses, algunos eslavos y un griego o candiota. Pero eran tan sobrios de palabras, y las pocas que usaban eran las de aquel extraño idioma cuyo origen me era hermético, que debí renunciar a interrogarles.

   Inzwischen waren etwa zwanzig Matrosen des Nautilus, lauter kräftige und rüstige Leute, auf die Plateform herauf gekommen. Sie hatten soeben die Fischergarne, welche die Nacht über ausgeworfen waren, herein gezogen.

   Se izaron las redes a bordo. Eran redes de barredera, semejantes a las usadas en las costas normandas, amplias bolsas mantenidas entreabiertas por una verga flotante y una cadena pasada por las mallas inferiores. Esas redes, así arrastradas, barrían el fondo del mar y recogían todos sus productos a su paso. Aquel día subieron curiosas muestras de aquellos fondos abundantes en pesca: pejesapos, a los que sus cómicos movimientos les han valido el calificativo de histriones; los peces negros de Commerson, provistos de sus antenas; balistes ondulados, rodeados de fajas rojas; tetrodones, cuyo veneno es extremadamente sutil; algunas lampreas oliváceas; macrorrincos, cubiertos de escamas plateadas; triquiuros, cuya potencia eléctrica es igual a la del gimnoto y del torpedo; notópteros escamosos, con fajas pardas transversales; gádidos verdosos; diferentes variedades de gobios, y, finalmente, algunos peces de más amplias proporciones; un pámpano de prominente cabeza y de una longitud de casi un metro; varios escómbridos, entre ellos algunos bonitos, ornados de colores azules y plateados, y tres magníficos atunes a los que la rapidez de su marcha no había podido salvar de la red.

   Die Seeleute gehörten augenscheinlich verschiedenen Nationen an, obwohl der europäische Charakter bei allen ausgedrückt war. Ich erkannte, irrte ich nicht, Irländer, Franzosen, einige Slaven, einen Griechen und einen Candioten. Uebrigens waren diese Leute wortkarg, und bedienten sich unter einander der seltsamen Sprache, über deren Ursprung ich nicht einmal eine Vermuthung haben konnte. Ich mußte also verzichten, sie zu fragen.

   Calculé en más de mil libras lo izado por la red. Era un buen botín, pero no sorprendente, porque ese tipo de redes, mantenidas a la rastra durante varias horas, capturan en su prisión de mallas todo un mundo acuático. No debíamos, pues, carecer de víveres de excelente calidad, y fácilmente renovables por la rapidez del Nautilus y por la atracción de su luz eléctrica.

   Die Garne wurden an Bord gezogen. Es waren eine Art Senknetze, weite Taschen, die mittels einer schwimmenden Stange und eingestrickten Schnur offen gehalten und auf dem Meeresgrund fortgezogen den Boden kehrten und alle Erzeugnisse mit sich fortzogen. Damals förderten sie merkwürdige Musterexemplare jener fischreichen Gegenden zu Tage, auch einige größere, wie Skomber und Thunfische, und eine solche Menge, daß man den Fang auf tausend Pfund schätzen konnte. Ein trefflicher Fang fürwahr, so daß wir an köstlicher Nahrung keinen Mangel hatten. Und solche Fischzüge waren bei der Schnelligkeit des Nautilus und der anlockenden Kraft des elektrischen Lichtes täglich zu wiederholen.

   Se introdujo inmediatamente el pescado por el escotillón y se llevó a las despensas, unos para su consumo en fresco y otros para su preparación en conserva.

   Diese verschiedenen Meeresproducte wurden unverzüglich durch die Lucke in die Vorrathskammern hinabgelassen, um theils frisch verspeist, theils aufbewahrt zu werden.

   Terminada la pesca y renovada la provisión de aire, creía yo que el Nautilus iba a proseguir su viaje submarino y me disponía ya a regresar a mi camarote, cuando el capitán Nemo, volviéndose hacia mí, me dijo sin preámbulo alguno:

   Als der Fischfang beendigt, die Luftvorräthe erneuert waren, dachte ich, der Nautilus werde nun seine unterseeische Fahrt fortsetzen, und ich war im Begriff, mich wieder in mein Zimmer zu begeben, als sich der Kapitän Nemo ohne weiteres, ohne Guten Morgen, Guten Abend, sich zu mir wendete und sprach:

   -Mire el océano, señor profesor. ¿No está dotado de una vida real? ¿No tiene sus ataques de cólera y sus accesos de ternura? Ayer se durmió como nosotros y helo aquí que se despierta tras una noche apacible.

   »Sehen Sie diesen Ocean, Herr Professor, wie er mit wirklichem Leben begabt ist! Er schläft mit uns ein, die Sonne weckt ihn mit Liebkosungen wieder auf, und er gewinnt durch sie neues Leben jeden Tag. Es ist ein interessantes Studium, das Spiel seines Organismus zu verfolgen.«

   Así me habló, sin saludo previo de ninguna clase. Se hubiera dicho que el extraño personaje continuaba conmigo una conversación ya iniciada.

   Offenbar erwartete der Kapitän Nemo keine Antwort von mir; er sprach vielmehr mit sich selbst, er dachte laut.

   -¡Mire cómo se despierta bajo la caricias del sol para revivir su existencia diurna! Interesante estudio el de observar el ritmo de su organismo. Posee pulso, arterias, tiene espasmos, y yo estoy de acuerdo con el sabio Maury, que ha descubierto en él una circulación tan real como la de la sangre en los animales.

   »Ja, sagte er, es findet im Ocean eine wahre Circulation statt, und um sie hervorzubringen, hat der Schöpfer ihm vielfach mehr Wärmestoff, Salz und die kleinen Thierchen gegeben.

   Siendo obvio que el capitán Nemo no esperaba de mí ninguna respuesta, me pareció inútil asentir a sus palabras con fórmulas tales como «evidentemente», «así es», «tiene usted razón»… Se hablaba más bien a sí mismo, con largas pausas entre frase y frase. Era una meditación en alta voz.

   -Sí -prosiguió-, el océano posee una verdadera circulación, y para provocarla ha bastado al Creador de todas las cosas multiplicar en él el calórico, la sal y los animálculos. El calórico crea, en efecto, densidades diferentes que producen las corrientes y contracorrientes. La evaporación, nula en las regiones hiperbóreas, muy activa en las tropicales, provoca un cambio permanente entre las aguas tropicales y polares. Además, yo he sorprendido corrientes de arriba abajo y de abajo arriba que forman la verdadera respiración del océano. Yo he visto la molécula de agua de mar, caliente en la superficie, redescender a las profundidades, alcanzar su máximo de densidad a dos grados bajo cero para, al enfriarse así, hacerse más ligera y volver a subir. Verá usted, en los Polos, las consecuencias de este fenómeno, y comprenderá entonces por qué, en virtud de esta ley de la previsora naturaleza, la congelación no puede producirse nunca más que en la superficie de las aguas.

   Der Wärmestoff bringt verschiedene Dichtheit hervor, welche die Ströme und Gegenströmungen verursacht. Die Ausdünstung, in den Nordpolgegenden gleich Null, in den heißen Zonen sehr thätig, ist der Grund einer fortdauernden Wechselströmung der tropischen und polaren Gewässer. Ferner habe ich das Geheimniß der Strömungen von oben nach unten und von unten nach oben wahrgenommen, welche ein wahres Athmen des Oceans bildet. Ich habe bemerkt, wie das Elementartheilchen des Meerwassers, an der Oberfläche erwärmt, wieder in die Tiefe sinkt, bei zwei Grad unter Null seine größte Dichtheit erreicht, dann sich noch weiter abkühlt, wodurch es leichter wird und wieder aufwärts steigt. An den Polen sehen Sie die Folgen dieser Erscheinung, und begreifen, weßhalb, nach diesem Gesetz der vorsorgenden Natur, das Gefrieren nur an der Oberfläche des Wassers vorgehen kann!«

   Mientras el capitán Nemo acababa su frase, yo me decía: «¡El Polo! ¿Es que este audaz personaje pretende conducirnos hasta allí?».

   El capitán Nemo guardó nuevamente silencio, en la contemplación de ese elemento tan completa e incesantemente estudiado por él.

   Hierauf betrachtete der Kapitän schweigend dieses so vollständig und so unablässig von ihm studirte Meer. Dann fuhr er fort:

   -Las sales -prosiguió luego -se hallan en el mar en considerables cantidades, tantas que si pudiera usted, señor profesor, retirar todas las que contiene en disolución extraería usted una masa de cuatro millones y medio de leguas cúbicas que, extendida sobre el Globo, formaría una capa de más de diez metros de altura. Y no crea que la presencia de esas sales sea debida a un capricho de la naturaleza. No. Esas sales hacen que el agua marina sea menos evaporable, impiden a los vientos arrebatarle una excesiva cantidad de vapores, que, al condensarse y luego licuarse, sumergirían las zonas templadas. ¡Inmenso papel de equilibrio el suyo en la economía del Globo!

   »Die Salze sind in beträchtlicher Menge im Meer vorhanden, Herr Professor, und wenn man alles, was dasselbe in aufgelöstem Zustand von Salzen enthält, herauszöge, so würde man eine Masse von vier und einer halben Million Kubik-Lieues bekommen, welche, auf die Erdoberfläche verbreitet, eine zehn Meter dicke Schicht bilden würden. Und glauben Sie nicht, daß diese Salze nur in Folge einer Laune der Natur im Meer vorhanden seien. Nein, sie machen, daß das Meerwasser wieder leicht verdunstet, und verhindern, daß die Winde demselben eine zu große Menge von Dünsten entziehen, welche, indem sie sich im Wasser auflösen, die gemäßigten Zonen in Ueberschwemmung versetzen würden. Diese bedeutende ausgleichende Rolle spielen die Salze bei dem allgemeinen wirthschaftlichen System des Erdballs!«

   El capitán Nemo se detuvo, se incorporó, dio algunos pasos sobre la plataforma y regresó hacia mí.

   Der Kapitän brach hier ab, stand auf, ging einige Schritte auf der Plateform, kam dann wieder zu mir und fuhr fort:

   -En cuanto a los infusorios -continuó diciendo-, en cuanto a esos miles de millones de animálculos, de los que sólo una gota de agua contiene millones y de los que hacen falta unos ochocientos mil para dar un peso de un miligramo, su papel no es menos importante. Absorben las sales marinas, asimilan los elementos sólidos del agua y, verdaderos creadores de continentes calcáreos, fabrican corales y madréporas. Y entonces, la gota de agua, privada de su elemento mineral, se aligera, asciende a la superficie donde absorbe las sales abandonadas por la evaporación, se hace más pesada, redesciende y lleva a los animálculos nuevos elementos para absorber. De ahí, una doble corriente ascendente y descendente, en un movimiento continuo, en el movimiento de la vida. La vida, más intensa que en los continentes, más exuberante, más infinita, triunfante en todas las partes del océano, elemento mortífero para el hombre, se ha dicho, pero elemento vital para miríadas de animales y para mí.

   »Was die Infusionsthierchen betrifft, diese Milliarden von Geschöpfen, welche millionenweis in einem Tropfen existiren, von denen achthunderttausend ein Milligramm wiegen, so ist ihre Rolle nicht minder bedeutend. Sie verzehren die Meersalze, gesellen sich die festen Theile des Wassers zu, und indem sie die kalkartigen Bestandtheile in Zusammenhang bringen, verfertigen sie Korallen und Madreporen! Wenn nun dem Wassertropfen seine mineralische Nahrung entzogen ist, wird er dadurch leichter, steigt wieder zur Oberfläche auf, verschlingt da das durch Verdünstung aufgegebene Salz, wird dadurch schwer, sinkt wieder hinab und führt den Thierchen neue Elemente zum Verzehren zu. Daraus entsteht eine doppelte Strömung, aufwärts und abwärts, stets Bewegung, stets Leben! Das Leben tritt im Ocean innerlich stärker auf, üppiger strömend, unbegrenzter nach allen Richtungen sich verbreitend. Der Ocean, sagte man, ist ein Todeselement für den Menschen, ein Lebenselement für Myriaden Thiere, – und für mich!«

   Al hablar así, el capitán Nemo se transfiguraba y provocaba en mí una extraordinaria emoción.

   -Así, pues, aquí está la verdadera existencia. Yo podría concebir la fundación de ciudades náuticas, de aglomeraciones de casas submarinas que, como el Nautílus, ascenderían cada mañana a respirar a la superficie del mar, ciudades libres como no existe ninguna, ciudades independientes. Pero quién sabe si algún déspota…

   El capitán Nemo interrumpió su frase con un gesto violento. Luego, como para expulsar un pensamiento funesto, se dirigió a mí diciéndome:

   Bei diesen Worten verklärte sich des Kapitäns Angesicht, was in mir eine außerordentliche Rührung hervorrief. Darauf, als wolle er einen schlimmen Gedanken verscheuchen, wendete er sich hastig zu mir und sprach:

   -Señor Aronnax, ¿sabe usted cuál es la profundidad del océano?

   »Herr Arronax, wissen Sie, wie tief der Ocean ist?

   -Sé al menos, capitán, lo que nos han revelado los principales sondeos hechos hasta la fecha.

   – Ich weiß wenigstens, Kapitän, was die hauptsächlichen Sondirungen ergeben haben.

   -¿Podría usted citarlos, para que yo pueda controlarlos?

   – Könnten Sie mir diese angeben, um sie nöthigenfalls zu berichtigen?

   -He aquí algunos -respondí-, o por lo menos los que me vienen ahora a la memoria. Si no me equivoco, se ha hallado una profundidad media de ocho mil doscientos metros en el Atlántico Norte y de dos mil quinientos metros en el Mediterráneo. Los sondeos más notables efectuados en el Atlántico Sur, cerca de los treinta y cinco grados, han dado doce mil metros, catorce mil noventa y un metros y quince mil ciento cuarenta y nueve metros. En resumen, se estima que si el fondo del mar estuviera nivelado su profundidad media sería de unos siete kilómetros.

   – Ich will Ihnen einige mittheilen, erwiderte ich, die mir gerade einfallen. Irre ich nicht, so hat man eine mittlere Tiefe von zweihundert Meter im Norden des Atlantischen Meeres, und von zweitausendfünfhundert Meter im Mittelländischen angetroffen. Die merkwürdigsten Sondirungen sind im Süden des Atlantischen, nächst dem fünfunddreißigsten Grad vorgenommen worden, welche zwölftausend Meter, vierzehntausendeinundneunzig Meter, und fünfzehntausendhundertneunundvierzig Meter ergaben. Ueberhaupt genommen schätzt man, daß, wenn der Meeresgrund nivellirt wäre, seine mittlere Tiefe etwa sieben Kilometer betragen würde.

   -Bien, señor profesor -respondió el capitán Nemo-, espero mostrarle algo mejor. En cuanto a la profundidad media de esta parte del Pacífico, puedo informarle de que es solamente de cuatro mil metros.

   – Gut, Herr Professor, erwiderte der Kapitän Nemo, wir wollen Ihnen, hoffe ich, mehr zeigen, als dies. Was die durchschnittliche Tiefe in diesem Theil des Stillen Meeres betrifft, so will ich Ihnen zeigen, daß sie nur viertausend Meter beträgt.«

   Dicho esto, el capitán Nemo se dirigió hacia la escotilla y desapareció por la escalera. Le seguí y me dirigí al gran salón.

En seguida, la hélice se puso en movimiento y la corredera acusó una velocidad de veinte millas por hora.

   Nach diesen Worten ging der Kapitän Nemo zu der Lucke hin und verschwand die Leiter hinab. Ich folgte ihm nach und begab mich in den großen Saal. Die Schraube fing alsbald ihre Thätigkeit an, und das Log zeigte eine Schnelligkeit von zwanzig Meilen in der Stunde.

   Durante los días y las semanas siguientes, vi al capitán Nemo muy pocas veces. Su segundo echaba regularmente el punto, que se consignaba en la carta, de tal suerte que yo podía seguir exactamente la ruta del Nautílus.

   Während der folgenden Tage und Wochen war der Kapitän mit Besuchen sehr sparsam. Ich sah ihn nur in seltenen Zwischenräumen. Sein Lieutenant machte regelmäßig die Aufnahme, welche ich dann auf der Karte eingetragen fand, so daß ich die Fahrt des Nautilus genau bestimmen konnte.

   Conseil y Land pasaban mucho tiempo conmigo. Conseil había relatado a su amigo las maravillas de nuestro paseo, y el canadiense lamentaba no habernos acompañado. Pero yo esperaba que se presentaría nuevamente una ocasión para visitar los bosques oceánicos.

   Conseil und Land brachten viele Zeit bei mir zu. Conseil erzählte seinem Freunde die merkwürdigen Begebenheiten unseres Spazierganges, und nun that es dem Canadier leid, daß er uns nicht begleitet hatte. Doch hoffte ich, es werde sich noch einmal Gelegenheit ergeben, die Wälder des Oceans zu besuchen.

   Durante algunas horas y casi todos los días se descubrían los observatorios del salón y nuestras miradas no se cansaban de penetrar en los misterios del mundo submarino.

   Fast täglich öffneten sich einige Stunden lang die Läden des Salons, und unsere Augen konnten sich nicht satt sehen an den Geheimnissen der unterseeischen Welt.

   El rumbo general del Nautílus era Sudeste y se mantenía entre cien y ciento cincuenta metros de profundidad. Un día, sin embargo, por no sé qué capricho, navegando diagonalmente por medio de sus planos inclinados, alcanzó las capas de agua situadas a dos mil metros. El termómetro indicaba una temperatura de cuatro grados centígrados, temperatura que a esa profundidad parece ser común a todas las latitudes.

   Die allgemeine Richtung des Nautilus war südöstlich, und er hielt sich in der Tiefe von hundert bis hundertundfünfzig Meter. Einmal jedoch, ich weiß nicht aus welcher Laune, kam er bis in die zweitausend Meter tiefen Schichten. Das Thermometer zeigte eine Temperatur von 4,25 Grad des Hunderttheiligen, welche Temperatur in dieser Tiefe unter allen Breitegraden gleich zu sein scheint.

   El 26 de noviembre, a las tres de la mañana, el Nautilus franqueó el trópico de Cáncer a 172º de longitud. El 27 pasó ante las costas de las islas Sandwich, donde el ilustre Cook halló la muerte el 14 de febrero de 1779. Habíamos recorrido ya cuatro mil ochocientas sesenta leguas desde nuestro punto de partida. Al ascender aquella mañana a la plataforma, pude ver, a unas dos millas a sotavento, Hawaii, la mayor de las siete islas que forman el archipiélago de este nombre. Distinguí con claridad los linderos de sus cultivos, las diversas cadenas montañosas que corren paralelas a la costa y sus volcanes dominados por el Mauna Kea, que se eleva a cinco mil metros sobre el nivel del mar.

   Am 26. November, um drei Uhr früh, fuhr der Nautilus unter 172° Länge über den Wendekreis des Krebses. Am 27. hatte er die Sandwichinseln in Sicht, wo der Weltumsegler Cook am 14. Februar 1779 seinen Tod fand. Wir hatten damals seit unserer Abfahrt viertausendachthundertundsechzig Meilen zurück gelegt. Als ich Morgens früh auf die Plateform kam, bemerkte ich, zwei Meilen unter'm Wind, Hawai, die ansehnlichste von den sieben Inseln, welche diesen Archipel bilden. Ich erkannte deutlich ihren angebauten Küstenrand, die verschiedenen Bergketten, welche parallel mit der Küste laufen, und seine Vulkane, welche der Monna Rea beherrscht, der fünftausend Meter über den Meeresspiegel ragt.

   Entre otras muestras recogidas por las redes en aquellos parajes destacaban unas flabelarias pavonias, pólipos comprimidos de graciosas formas, que son peculiares de esta parte del océano. El Nautilus se mantuvo rumbo al Sudeste. Cortó el ecuador el 1 de diciembre a 142º de longitud, y el 4 del mismo mes, tras una rápida travesía efectuada sin incidente alguno, avistamos el archipiélago de las Marquesas. A 8º 57' de latitud Sur y 139º 32' de longitud Oeste, vi a unas tres millas el cabo Martín, de Nouka Hiva, la principal isla de este archipiélago, que pertenece a Francia. Tan sólo me fue dado ver las montañas boscosas que se dibujaban en el horizonte, pues el capitán Nemo evitaba acercarse a tierra. Allí las redes recogieron hermosos especímenes de peces, como unas coríferas con las aletas azuladas y la cola de oro, cuya carne no tiene rival; hologimnosos casi desprovistos de escamas y también de un sabor exquisito; ostorrincos de mandíbula ósea; todos ellos dignos de la mesa del Nautilus.

   Die Richtung des Nautilus blieb fortwährend südöstlich. Er durchschnitt am 1. December den Aequator, unter 142° Länge, und am 4. desselben Monats, nach einer raschen Fahrt ohne Zwischenfall, bekamen wir die Gruppe der Marquesasinseln zu sehen. In einer Entfernung von drei Meilen, unter 8°57' südlicher Breite, und 139°32' westlicher Länge, gewahrte ich die Spitze Martin von Nukahiva, der Hauptinsel dieser, Frankreich angehörigen Gruppe. Ich sah nur die bewaldeten Berge, welche sich am Horizont ab zeichneten, denn der Kapitän Nemo hatte nicht Lust, dem Lande näher zu kommen.

   Tras haber dejado aquellas encantadoras islas bajo pabellón francés, el Nautilus recorrió unas dos mil millas, del 4 al 11 de diciembre, sin más hecho mencionable que el encuentro de una inmensa cantidad de calamares, curiosos moluscos muy semejantes a la jibia. Los pescadores franceses los designan con el nombre de encornets. Los calamares pertenecen a la clase de los cefalópodos y a la familia de los dibranquios que incluye con ellos a las jibias y a los argonautas. Estos animales fueron particularmente estudiados por los naturalistas de la Antigüedad, y, de creer a Ateneo, médico griego que vivió antes que Galeno, proveyeron de numerosas metáforas a los oradores del Ágora, a la vez que de un plato excelente a la mesa de los ricos ciudadanos.

   Nachdem wir diese reizenden, unter'm Schutz der französischen Flagge stehenden Inseln verlassen hatten, legte der Nautilus vom 4. bis 11. December etwa zweitausend Meilen zurück. Bei dieser Fahrt stießen wir auf eine ungeheure Menge Kalmar, merkwürdige Mollusken, welche den Tintenfischen nahe kommen.

   Fue durante la noche del 9 al 10 de diciembre cuando el Nautilus halló aquel ejército de moluscos, que son particularmente nocturnos. Podían contarse por millones. Iban en emigración de las zonas templadas hacia las menos cálidas, siguiendo el itinerario de los arenques y de las sardinas. A través de los gruesos cristales los veíamos nadar hacia atrás con gran rapidez, moviéndose por medio de su tubo locomotor, persiguiendo a peces y moluscos, devorando a los pequeños y siendo devorados por los grandes, y agitando en una indescriptible confusión los diez pies que la naturaleza les ha implantado sobre la cabeza, como una cabellera de serpientes neumáticas. A pesar de su velocidad, el Nautilus navegó durante varias horas en medio de ese banco animal y sus redes izaron a bordo una enorme cantidad de ejemplares entre los que reconocí las nueve especies del Pacífico clasificadas por D'Orbigny.

   Der Nautilus traf in der Nacht vom 9. zum 10. December auf dieses Molluskenheer; man konnte ihrer Millionen zählen. Sie zogen aus den gemäßigten Strichen nach den wärmeren, indem sie dem Zuge der Heringe und Sardinen folgten. Wir betrachteten sie durch die dichten Glasfenster, wie sie äußerst schnell rückwärts schwammen, mittelst ihrer Bewegungsröhre sich fortbewegten, die Fische und Mollusken verfolgten, indem sie die kleinen fraßen, von den großen gefressen wurden, und in einem unbeschreiblichen Gewimmel die zehn Füße bewegten, welche ihnen die Natur auf den Kopf gesetzt hat. Der Nautilus fuhr, ungeachtet seiner Schnelligkeit, doch mehrere Stunden lang mitten durch diese Truppe, und seine Garne singen eine ungeheure Menge derselben.

   Así, durante la travesía el mar nos prodigaba incesantemente sus más maravillosos espectáculos, variándolos al infinito y cambiando su decoración y su escenificación para el placer de nuestros ojos. Llamados estábamos no sólo a contemplar en medio del elemento líquido las obras del Creador, sino también a penetrar los más temibles misterios del océano.

   Man sieht, während dieser Fahrt ließ uns das Meer unablässig seine Merkwürdigkeiten reichlich schauen, in unendlicher Abwechselung. Die Scenen und Decorationen änderten sich zu unserer Augenweide, und wir waren dadurch im Stande, nicht nur die Werke des Schöpfers mitten in ihrem Element zu betrachten, sondern auch in die gefürchtetsten Geheimnisse des Oceans zu dringen.

   Durante la jornada del 11 de diciembre, me hallaba yo leyendo en el gran salón, mientras Ned Land y Conseil observaban las aguas luminosas a través del cristal. El Nautilus estaba inmóvil. Llenos sus depósitos, se mantenía a una profundidad de mil metros, región poco habitada, en la que tan sólo los grandes peces hacían raras apariciones.

   Während des 11. December war ich im großen Saal mit Lesen beschäftigt. Ned-Land und Conseil betrachteten die erleuchteten Gewässer durch die Fenster bei geöffneten Läden. Der Nautilus war unbeweglich. Als seine Behälter gefüllt waren, hielt er sich in einer Tiefe von tausend Meter, einer wenig bewohnten Region des Oceans, wo die großen Fische selten erscheinen.

   Estaba yo leyendo un libro delicioso de Jean Macé, Los servidores del estómago, y saboreando sus ingeniosas lecciones, cuando Conseil interrumpió mi lectura:

   Ich las eben ein reizendes Buch von Jean Macé, als Conseil mich mit einem sonderbaren Ton unterbrach.

   -¿Quiere venir un instante el señor?

   »Mein Herr, kommen Sie doch einen Augenblick, sagte er.

   -¿Qué pasa, Conseil?

   – Was giebt's da, Conseil?

   -Mire el señor.

   – Schauen Sie doch, mein Herr.«

   Me levanté y me acerqué al cristal.

   Ich stand auf, setzte mich vor das Fenster, und schaute.

   Iluminada por la luz eléctrica, una enorme masa negruzca, inmóvil, se mantenía suspendida en medio de las aguas. La observé atentamente, tratando de reconocer la naturaleza del gigantesco cetáceo. Pero otra idea me asaltó súbitamente.

   Umgeben vom elektrischen Licht schwebte eine große schwärzliche Masse mitten im Gewässer. Ich betrachtete sie aufmerksam, bemüht, die Beschaffenheit dieses riesenhaften Thieres zu erkennen. Da fuhr ein Gedanke plötzlich mir durch den Kopf.

   -¡Un navío! -exclamé.

   »Ein Schiff! rief ich aus!

   -Sí -respondió el canadiense -un barco que se fue a pique.

   – Ja, erwiderte der Canadier, ein rhedeloses Fahrzeug, das untergesunken ist.«

   No se equivocaba Ned Land. Estábamos ante un barco cuyos obenques cortados pendían aún de sus cadenas. Su casco parecía estar en buen estado, y su naufragio debía datar de unas pocas horas. Tres trozos de mástiles, cortados a dos pies por encima del puente, indicaban que el barco había debido sacrificar su arboladura. Pero vencido de costado, había hecho agua y aún daba la banda por babor. Si triste era el espectáculo de ese casco perdido bajo el agua, más lo era aún el de su puente, en el que yacían algunos cadáveres, amarrados con cuerdas. Conté cuatro -cuatro hombres, uno de los cuales se mantenía en pie, al timón -y luego una mujer, medio asomada a la toldilla con un niño en sus brazos. Era una mujer joven, y a la luz del foco del Nautilus pude ver sus rasgos aún no descompuestos por el agua. En un supremo esfuerzo había elevado por encima de su cabeza a su hijo, pobre ser cuyos brazos trataban de aferrarse al cuello de la madre. Espantosa era la actitud de los cuatro marineros, retorcidos en sus movimientos convulsivos que denunciaban un último esfuerzo por arrancarse a las cuerdas que les ligaban al barco. Sólo, más sereno, con el semblante grave, sus grises cabellos pegados a la frente, y la mano crispada sobre la rueda del timón, el timonel parecía conducir aún su barco naufragado a través de las profundidades del océano.

   Ned-Land irrte nicht. Wir hatten ein Schiff vor uns, dessen abgehauene Taue noch an ihren Ketten herabhingen. Sein Rumpf schien in gutem Zustand, und der Schiffbruch mußte erst vor wenigen Stunden erfolgt sein. Drei Reststücke der zwei Fuß über dem Verdeck abgehauenen Maste zeigten, daß dies Schiff in seiner Noth hatte seine Maste opfern müssen. Aber es hatte sich, auf der Seite liegend, gefüllt. Sein Verdeck zeigte den traurigen Anblick von vier Leichen, die im Tauwerk festgehalten, noch da lagen!

Ich zählte deren vier, – vier Männer, von welchen einer am Steuerruder aufrecht stand, – sodann eine Frau, die halb aus der Lucke des Hinterverdecks her aus gekommen, ein Kind in den Armen hielt. Es war eine junge Frau. Ich konnte bei der hellen Beleuchtung durch den Nautilus ihre noch nicht entstellten Züge erkennen. Mit äußerster Anstrengung hatte sie ihr Kind über den Kopf gehoben. Die vier Matrosen sahen schrecklich aus, da sie mit krampfhaften Bewegungen von dem Tauwerk, das sie fesselte, sich loszumachen getrachtet hatten. Nur der Steuerer, mit ernstem Gesicht, ruhig das Steuerruder in der krampfhaften Hand, schien noch seinen Dreimaster zu leiten.

   ¡Qué escena! Estábamos en silencio, con el corazón palpitante, ante aquel naufragio sorprendido ínfraganti y, por así decir, fotografiado en su último minuto. Y veía ya avanzar a enormes tiburones que con los ojos encendidos acudían atraídos por el cebo de la carne humana.

   Stumm, mit klopfendem Herzen starrten wir den hier gleichsam photographirten Schiffbruch an! Schon sah ich mit gierigen Blicken Haifische, vom Menschenfleisch herbeigelockt, heran kommen!

   El Nautilus dio una vuelta en torno al navío sumergido, y al pasar ante la popa del mismo pude leer su nombre:

   Indessen fuhr der Nautilus um das gesunkene Schiff herum, und ich konnte auf einem Schild lesen:

   Florída, Sunderland.

Florida, Sunderland.

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